Parkour(s), Una etnografía nómada de los cucapá/cocopah en Baja California, Sonora y Arizona [recurso electrónico] / Hervé Christophe Pascal Tostivint, director, Mario Alberto Gerardo Magaña Mancillas.

Por: Pascal Tostivint, Hervé ChristopheColaborador(es): Magaña Mancillas, Mario Alberto Gerardo, dir | Universidad Autónoma de Baja California. Instituto de Investigaciones Culturales--MuseoTipo de material: TextoTextoDetalles de publicación: Mexicali, Baja California, 2017Descripción: 1 recurso en línea ; 258 p. : il. colTema(s): Indios Cucapá -- Indios cocopah -- Baja CaliforniaClasificación LoC:E99.C842 | P38 2017Recursos en línea: Tesis digitalTexto Nota de disertación: Tesis (Doctorado) Universidad Autónoma de Baja California Instituto de Investigaciones Culturales-Museo, Mexicali, 2017. Resumen: Reafirmo aquí que elaboré mi investigación desde los estudios socioculturales y transfronterizos, es decir en una lógica de fronteras cruzadas, tanto disciplinarias como geoculturales. De ahí que mi posicionamiento ha sido esencial respecto al desarrollo de mi trabajo, de manera que la investigación que realicé es importante para la academia Latinoamericana como Estadounidense, dado que no se había hecho anteriormente. Con esta tesis intenté entender cómo alguien que proviene de una cultura con movilidad llega a interiorizarla, y al mismo tiempo desarrollé el concepto de parkour con el afán de leer y deconstruir este proceso. Por tanto, mi teorización del concepto de parkour respondió a la inquietud de elaborar categorías adecuadas para estudiar a un grupo, para el cual estimo que aspectos de una cultura nómada persisten. Entre marzo de 2014, periodo en el cual empiezo a investigar, a la distancia, acerca de los cucapá/cocopah y octubre de 2017, momento en el cual redacto las presentes conclusiones, la negación de la movilidad de los cucapá/cocopah ha ido crescendo, si me refiero específicamente a lo que es la frontera internacional Mexico/Estados Unidos…, pero esa comprobación es solamente la conclusión provisional de las cada vez más intensas imposiciones socioculturales que han sufrido los cucapá/cocopah a partir de la segunda mitad del siglo XIX, ya sea a través de su aculturación progresiva, de la aparición del trabajo asalariado, de la creación de la frontera internacional, de la Cocopah Indian Reservation o de los ejidos El Mayor y Pozas de Arvizu, los cuales han paulatinamente contribuido a mantener a los cucapá/cocopah en espacios delimitados tanto geográficamente por sus respectivas instancias locales o estatales, Baja California, Sonora o Arizona, como culturalmente hasta lograr separarlos en grupos casi herméticos el uno al otro con características no solamente regionales sino también culturales y lingüísticas propias de sus respectivas fronteras nacionales: México y Estados Unidos. Este proceso se ve acompañado de un discurso de peligro y temor, de leyes de tránsito relativas a las personas, cada vez más estrictas, de la militarización de la zona y del proyecto de terminar el muro iniciado a principios de los años 90 del siglo pasado a lo largo de la totalidad de la frontera internacional por parte del actual gobierno de Estados Unidos. A través del concepto de parkour no hice más que poner en perspectiva parte de las dificultades contemporáneas que viven los cucapá/cocopah, aun pienso que son estos últimos quienes tienen la capacidad de aportar soluciones, y de hecho hicieron más que demostrarlo a través de sus parkours subjetivos. En este sentido me parece muy pertinente la proposición de Sandra de crear un nuevo espacio, llamémoslo ejido, ―reserva‖ o de otra forma, para los cucapá en la ciudad de San Luis Río Colorado, donde reside en la actualidad la gran mayoría de ellos en el estado de Sonora, que les permita reivindicar su presencia en la vida pública de esta ciudad fronteriza y así ofrecer una verdadera alternativa al ejido Pozas de Arvizu en Sonora, pero bajo el sello del grupo cucapá, asumiendo de esta manera una movilidad menos excluyente entre los miembros de este último. De lo contrario, da a pensar que los cucapá quienes viven fuera del ejido se irán diluyendo cada vez más dentro de la ―cultura mexicana‖ dominante, o al contrario radicalizándose dentro de su único ―territorio‖ oficial en Sonora: el ejido Pozas de Arvizu, y rechazando a sus propios ―miembros‖ que viven fuera del mismo. El hecho es que, en San Luis Río Colorado, los cucapá sean reconocidos o no por las instancias políticas del ejido Pozas de Arvizu son generalmente considerados como tales por la demás población ya sea por su aspecto físico o sus apellidos, y no específicamente por vivir en el ejido. Respecto a los grupos cucapá y cocopah, puedo afirmar que sufren numerosas contradicciones, dado que han seguido parkours desde distintas lógicas nacionales, las cuales han generado para algunos de sus miembros pasiones, o sea sentimientos, e incluso odios que hacen sentir, por ejemplo, a determinados sujetos que son los verdaderos cocopah y a otros reivindicar su nacionalidad mexicana como la piedra angular de su identidad. Si en teoría la multiculturalidad en México es la norma, no hay que perder de vista que los cucapá se encuentran en un contexto donde el mestizaje es casi sinónimo de mexicanidad, o sea un mestizaje monolítico que no acepta la diversidad, invisibilizando a las poblaciones tanto indígenas, como de origen asiático o africano entre otras y que desde el miedo ha dado luz a un racismo estructural y a una xenofobia defensiva propios de la nación mexicana en la actualidad. En términos de identidades, el nosotros existe difícilmente.
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Tesis Centro de Documentación y Archivos Digitales de IIC-Museo
Colección de Tesis E99 .C842 P38 2017 (Browse shelf(Abre debajo)) 1 Disponible IIC007720

Doctorado en Estudios Socioculturales.

Tesis (Doctorado) Universidad Autónoma de Baja California Instituto de Investigaciones Culturales-Museo, Mexicali, 2017.

Incluye referencias bibliográficas.

Reafirmo aquí que elaboré mi investigación desde los estudios socioculturales y transfronterizos, es decir en una lógica de fronteras cruzadas, tanto disciplinarias como geoculturales. De ahí que mi posicionamiento ha sido esencial respecto al desarrollo de mi trabajo, de manera que la investigación que realicé es importante para la academia Latinoamericana como Estadounidense, dado que no se había hecho anteriormente. Con esta tesis intenté entender cómo alguien que proviene de una cultura con movilidad llega a interiorizarla, y al mismo tiempo desarrollé el concepto de parkour con el afán de leer y deconstruir este proceso. Por tanto, mi teorización del concepto de parkour respondió a la inquietud de elaborar categorías adecuadas para estudiar a un grupo, para el cual estimo que aspectos de una cultura nómada persisten. Entre marzo de 2014, periodo en el cual empiezo a investigar, a la distancia, acerca de los cucapá/cocopah y octubre de 2017, momento en el cual redacto las presentes conclusiones, la negación de la movilidad de los cucapá/cocopah ha ido crescendo, si me refiero específicamente a lo que es la frontera internacional Mexico/Estados Unidos…, pero esa comprobación es solamente la conclusión provisional de las cada vez más intensas imposiciones socioculturales que han sufrido los cucapá/cocopah a partir de la segunda mitad del siglo XIX, ya sea a través de su aculturación progresiva, de la aparición del trabajo asalariado, de la creación de la frontera internacional, de la Cocopah Indian Reservation o de los ejidos El Mayor y Pozas de Arvizu, los cuales han paulatinamente contribuido a mantener a los cucapá/cocopah en espacios delimitados tanto geográficamente por sus respectivas instancias locales o estatales, Baja California, Sonora o Arizona, como culturalmente hasta lograr separarlos en grupos casi herméticos el uno al otro con características no solamente regionales sino también culturales y lingüísticas propias de sus respectivas fronteras nacionales: México y Estados Unidos. Este proceso se ve acompañado de un discurso de peligro y temor, de leyes de tránsito relativas a las personas, cada vez más estrictas, de la militarización de la zona y del proyecto de terminar el muro iniciado a principios de los años 90 del siglo pasado a lo largo de la totalidad de la frontera internacional por parte del actual gobierno de Estados Unidos. A través del concepto de parkour no hice más que poner en perspectiva parte de las dificultades contemporáneas que viven los cucapá/cocopah, aun pienso que son estos últimos quienes tienen la capacidad de aportar soluciones, y de hecho hicieron más que demostrarlo a través de sus parkours subjetivos. En este sentido me parece muy pertinente la proposición de Sandra de crear un nuevo espacio, llamémoslo ejido, ―reserva‖ o de otra forma, para los cucapá en la ciudad de San Luis Río Colorado, donde reside en la actualidad la gran mayoría de ellos en el estado de Sonora, que les permita reivindicar su presencia en la vida pública de esta ciudad fronteriza y así ofrecer una verdadera alternativa al ejido Pozas de Arvizu en Sonora, pero bajo el sello del grupo cucapá, asumiendo de esta manera una movilidad menos excluyente entre los miembros de este último. De lo contrario, da a pensar que los cucapá quienes viven fuera del ejido se irán diluyendo cada vez más dentro de la ―cultura mexicana‖ dominante, o al contrario radicalizándose dentro de su único ―territorio‖ oficial en Sonora: el ejido Pozas de Arvizu, y rechazando a sus propios ―miembros‖ que viven fuera del mismo. El hecho es que, en San Luis Río Colorado, los cucapá sean reconocidos o no por las instancias políticas del ejido Pozas de Arvizu son generalmente considerados como tales por la demás población ya sea por su aspecto físico o sus apellidos, y no específicamente por vivir en el ejido. Respecto a los grupos cucapá y cocopah, puedo afirmar que sufren numerosas contradicciones, dado que han seguido parkours desde distintas lógicas nacionales, las cuales han generado para algunos de sus miembros pasiones, o sea sentimientos, e incluso odios que hacen sentir, por ejemplo, a determinados sujetos que son los verdaderos cocopah y a otros reivindicar su nacionalidad mexicana como la piedra angular de su identidad. Si en teoría la multiculturalidad en México es la norma, no hay que perder de vista que los cucapá se encuentran en un contexto donde el mestizaje es casi sinónimo de mexicanidad, o sea un mestizaje monolítico que no acepta la diversidad, invisibilizando a las poblaciones tanto indígenas, como de origen asiático o africano entre otras y que desde el miedo ha dado luz a un racismo estructural y a una xenofobia defensiva propios de la nación mexicana en la actualidad. En términos de identidades, el nosotros existe difícilmente.

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