Hombres a la carta: Representaciones sociales de la heteronormatividad que realizan hombres homosexuales de Caracas, Venezuela en la web social Manhunt.net [recurso electrónico] / José Fernando Benítez Mijares ; director, Christian Alonso Fernández Huerta.

Doctorado en Estudios Socioculturales.

Tesis (Doctorado) - Universidad Autónoma de Baja California Instituto de Investigaciones Culturales--Museo, Mexicali, 2017;

Incluye referencias bibliográficas.

Es la primera vez que me toca escribir un texto introductorio en primera persona y en un tono tan anecdótico como el que a continuación encontrará el lector. Estos dos aspectos son parte de las sugerencias ensayísticas que he adoptado en estos tres últimos años de mi formación doctoral como parte de los atrevimientos a los que estamos obligados a hacer en un campo novedoso como el de los Estudios Socioculturales que se hacen desde el norte de México. El objetivo, y espero pueda ser así entendido así por los lectores, es dar cuenta de cómo llegué al tema o cómo llegó el tema a mi vida y desde dónde me acerco. A este relato impregnado de anécdotas personales e íntimas, le siguen algunos señalamientos de orden epistemológico que han guiado la investigación y el proceso escritural de esta tesis doctoral. Finalmente, y en cumplimiento con los cánones académicos enuncio la pregunta general de investigación, así como los objetivos que se derivan de esta pregunta central. Le pido a mis lectores un poco de paciencia porque entiendo que se espera la enunciación teórico metodológica del problema de investigación en las líneas inmediatas, pero éste no será el caso. Además de las anécdotas que he decidido compartir para justificar la elección del tema, he optado por compartir en este texto introductorio, muchas de las interrogantes, reflexiones y percepciones que he podido sistematizar a partir de mi observación-participación on line y off line y que me han acompañado a lo largo de este tiempo, y aunque tampoco daré respuestas de inmediato a algunas de estas preguntas y en otros casos, el lector tendrá la sensación de incompletitud sobre ciertos planteamientos que realizo aquí, mi aspiración es dar respuestas a estas preguntas y resolver argumentativamente las enunciaciones más categóricas en la medida en que el texto de la tesis se desarrolla. Pido disculpas si este estilo, casi de suspenso, llegara a perturbar las referencias que se tienen de los trabajos de investigación tradicionales, pero como podrá seguir el lector en las líneas siguientes, un tema como este, merece ser contado de otra manera. Así que decidí tomar el riesgo y aventurarme. Antes de proseguir, también deseo advertir a mis lectores que yo me acerqué a la red social virtual que tomo como caso de estudio porque creí en aquel entonces que era alternativa para encontrar un compañero de vida. Así pues, sí alguno de mis lectores llegara a dudar que es imposible creer que alguien realmente piense que a través de estos espacios se puede encontrar el amor, debo acotar que ésta es la primera creencia que hay que hacer a un lado para leer las líneas que siguen a continuación. La aclaratoria, aunque pueda considerarse de excesiva, no lo es. Y en tal caso, prefiero pecar de excesivo antes de ser juzgado. En mi caso, deseo dejar claro que me acerqué a Manhunt en busca de amor. Luego, es mi deber prevenir que tanto las descripciones, relatos e imágenes que aquí presento, pueden afectar la susceptibilidad de algunos, e incluso, podrían conducir a juicios categóricos que impidan ver los alcances de este trabajo y mi firme objetivo de mostrar las complejidades que se entraman en esta web social. Una vez aclarado esto, creo pertinente proseguir. Fue a través de uno de mis grandes amigos de la adultez que llegué al Manhunt.net. Mi soledad sexual y sentimental produjo en mi conocido la necesidad de contarme sobre aquel sitio en donde para él, ya era una práctica común contactar gente a través de internet y luego, consumar un furtivo acto sexual. La ligereza con la que mi colega José relataba sus aventuras sexuales tenía que ver con su decepción por aquel sitio, pero eso lo entendí mucho tiempo después. Lo cierto es que sus anécdotas y quizás esa forma tan optimista de afrontar la vida logró despertar en mi tanta curiosidad como para arriesgarme a salir del closet en el ciberespacio para encontrar a alguien especial para mí. 9 Recuerdo que aquella curiosidad fue tan grande, como para llegar a casa, encender la computadora y abrir una cuenta gratuita que me diera acceso a aquel mundo de hombres. Quizás pueda yo conseguir un compañero allí, pensaba. ¿Cómo será eso?, me preguntaba. Entre el miedo que me producían los relatos de mi amigo y la curiosidad, recuerdo con claridad aquella sensación de paz que me produjo encontrar a muchos otros en un mismo lugar: hombres que buscaban hombres. ¿Cómo podía haber tantos hombres buscando hombres?, ¿allí todo el mundo es gay 1 ?, recuerdo haberle preguntado a mi amigo. José quien siempre estuvo preocupado por mi particular estructura racional, rígida y planificada de vivir la vida, y que siempre se ha caracterizado por una manera muy “jota”2 para referirse a lo gay, sentenció con un fuerte alargamiento vocal y en tono irónico y sarcástico: “bueno mamita y si no lo son, están bien cerca. Así que no pierdes nada con meterte. Anda y después me cuentas”. Mi amigo José como toda “buena maestra” de escuela y conociendo mi temperamento me había girado instrucciones específicas para que yo, tentado por la curiosidad, fuera directamente a teclear www.manhunt.net y pulsara enter. Si manhunt.net era la manzana podrida de la que Eva nunca debió comer en el Paraíso, pero que finalmente mordió por la curiosidad, mi amigo era la serpiente que tentó a Eva. En mi caso, le estoy profundamente agradecido porque hacerlo cambió todo en mi vida, y ha inspirado la firme decisión de realizar esta investigación con el que pretendo cerrar un ciclo de mi vida.