000 09805nam a22002537a 4500
003 MX-MeUAM
005 20171221141538.0
008 171108s2017 mx fo||d| 00| 0 spa d
050 1 4 _aLB1028.3
_bR84 2017
100 1 _aRuelas Gómez, Emmanuelle
245 1 0 _aModelo de aprendizaje Tecno-Intelectual Z (MATIZ Z)
_h[recurso electrónico] /
_cEmmanuelle Ruelas Gómez, director Gabriel Alejandro López Morteo.
260 _aMexicali, Baja California,
_c2017.
300 _a1 recurso en línea ; 150 p. :
_bil. col.
500 _aMaestría y Doctorado en Ciencias e Ingeniería.
502 _aTesis (Doctorado) Universidad Autónoma de Baja California Instituto de Ingeniería, Mexicali, 2017.
504 _aIncluye referencias bibliográficas
520 _aEl desarrollo de nuevos modelos de enseñanza-aprendizaje acordes a la cosmovisión social imperante es una constante histórica, que ocurre debido a cambios eventuales en la colección de habilidades y conocimientos que un individuo requiere para desarrollarse dentro de su contexto. Estos cambios han obedecido históricamente a transformaciones en los intereses y/o necesidades de factores que pueden ubicarse en ámbitos tales como el cultural, social, político, económico, tecnológico, científico y educativo. Para ilustrar lo anterior basta con observar desde un punto de vista sistémico la transición del modelo educativo artesanal hacia el modelo educativo industrial. Evidencia histórica sugiere que el modelo educativo artesanal predominó mientras la mayor producción de bienes tenía lugar en los talleres artesanales del vecindario; hecho que le permitió a los niños de la cercanía observar los distintos procesos e incluso “ayudar” a los artesanos en su trabajo. Aún cuando se podía considerar un juego, imitar a los artesanos les permitió a los niños practicar desde edades tempranas lo que probablemente podría convertirse en su oficio. 7 Bajo este orden la sociedad y economía compartían cierta responsabilidad en términos educativos. La escuela formal, se encargaba principalmente de las habilidades que difícilmente se podían aprender de forma natural (habitual) en el mundo exterior (Kluckhohn et al., 1974) y los talleres (por medio de los artesanos) se encargaban de la capacitación en las artes y oficios actividad económica de la época. Pero con la llegada de la revolución industrial, la mayor producción de bienes ahora se realizaba dentro de las empresas a puerta cerrada y bajo una nueva filosofía de producción. Esta filosofía acotó las actividades laborales a la memorización de una serie de tareas especí ficas que debían ser ejecutadas una y otra vez por los empleados sin la necesidad de un mayor conocimiento o contribución de su parte. Por lo que el conjunto de habilidades requeridas para sobrevivir se habían trasformado. Es decir, al dividir el trabajo en tareas específicas para centrarse en la eficiencia de los trabajadores (saber hacer), ya no se pretendía que el aprendiz aprendiera el proceso completo hasta dominarlo, requisito necesario si quería convertirse en artesano (saber ser) y tampoco se buscaba la expresión de forma consciente (arte). Por lo que en respuesta a la nueva dinámica establecida y a las nuevas habilidades requeridas (repetición y memorización) se ideó un nuevo modelo educativo que permitió ofrecer la variedad de experiencias productivas y sociales que ya no se podían tener fuera de la escuela (Dewey, 1915). Para tal efecto el órgano educativo resolvió que el aprendizaje y conducta eran términos equivalentes. Consideró que el aprendizaje podía ser visto como la suma de las respuestas condicionadas de una persona a los diversos estímulos del medio ambiente, reduciendo así al aprendizaje a una lista de conductas requeridas y a una serie de estímulos para lograr alcanzar el comportamiento deseado. Tal configuración se volvió sumamente atractiva y conveniente dada la supuesta simpleza y coincidencia con la forma en la que 8 se desarrollaban las actividades productivas dentro de las empresas. Sin embargo, el hecho de trabajar a puerta cerrada redujo prácticamente a cero la posibilidad de experimentar, aprender o desarrollar vivencialmente las habilidades o el conocimiento necesario para trabajar en el nuevo orden económico. Las instituciones educativas se encargaron de certificar las habilidades y conocimientos en torno a una profesión, lo que incrementó la matricula y terminó por instaurar a la generalización y estandarización como un medio para manejar la complejidad que la masificación impuso. Además la implementación del entonces nuevo modelo de aprendizaje (industrial) requirió de controles y medidas que permitieran mantenerlo administrable, lo que dio pie a que en la práctica los recursos de aprendizaje fuesen únicos y en algunos casos inamovibles, ya que una vez elegidos por el profesor o en su defecto por un comité de profesores estos recursos se convertían en el que todos los aprendices debían emplear como medio de aprendizaje. Del mismo modo en el que la gran demanda de productos y servicios industrializados dio paso al modelo educativo industrial; en el contexto actual es posible identificar que existe una creciente demanda de dispositivos y servicios digitales, los cuales son cada vez más sofisticados, complejos, pero sobre todo diversos en lo que a su aplicación se refiere, convirtiendo a dichos dispositivos y servicios en la base de un sinnúmero de actividades humanas, las cuales incluso no podrían llevarse a cabo sin el apoyo de la tecnología digital. Como en el caso del consumo colaborativo (Botsman and Rogers, 2010) mejor conocido por los economistas por coincidencia de deseos; este tipo de consumo utiliza al Internet para ayudar a los consumidores a intercambiar un artículo a por un artículo b, prácticamente sin importar que artículos se quieran intercambiar o comprar, o en donde se encuentren los dueños de cada artículo, un equivalente al trueque, pero que al emplear a la tecnología digital 9 como su medio ejecutor dota al trueque tradicional de un sinnúmero de atributos, como por ejemplo, vuelve sumamente sencilla dicha actividad; la masifica; eliminar a los intermediarios y permite que una persona pueda competir con grandes empresas productoras incrementando las probabilidades de éxito. En términos sociales la tecnología posibilita a los consumidores el confiar en un perfecto desconocido con base a su reputación reflejada en un icono dentro del perfil público de las personas que intercambian los artículos, convirtiendo a los consumidores pasivos en colaboradores e incluso en productores. El actual estilo de vida y la oferta laboral también son indicios de que se está suscitando nuevamente el reordenamiento y balance de las responsabilidades entre la economía, la política, la sociedad, la tecnología y la educación. Por ejemplo en la vida digital los aprendices se organizan en términos de sus propios intereses y gracias a que se desempeñan en un ambiente donde la masificación es una constante, aún los intereses no tan comunes llegan a tener varios pares convirtiendo al volumen en algo deseable. Dicho fenómeno se puede observar en los foros de internet, donde los interesados opinan o realizan preguntas en torno a un tema de interés e incluso invierten tiempo en ayudar a otros a resolver sus propios problemas. Quizá el ejemplo más cercano a la organización por interés en términos sociales corresponderían a las tribus, donde existe una organización jerárquica, roles, actividades y propuesto un objetivo común, en la que cada uno participa a partir de sus habilidades pero principalmente de sus intereses, y donde cada uno de los miembros recibe algo en recompensa por su trabajo desde reconocimiento social “likes”o estrellitas por ejemplo, hasta un pago concreto por su participación como por ejemplo donaciones por medio de PayPal. En resumen, la revolución digital logró permear en las actividades humanas una gran diversidad de servicios y dispositivos digitales modificando la cosmovisión social imperante. 10 La economía del conocimiento, la sociedad del conocimiento y la vida digital son evidencia de que un nuevo orden se instaura. Por lo cual es plausible pensar que tal como ocurrió con los modelos educativos anteriores, el nuevo orden está ocasionando cambios en el conjunto de conocimientos y habilidades necesarias para desarrollarse en el nuevo contexto y por consecuencia, es necesario que el modelo educativo imperante se transforme en uno ad hoc a los retos y necesidades del contexto digital. En el presente documento se le refiere como modelo educativo digital. Los modelos educativos son estructuras complejas constituidos a partir de varios elementos, que en conjunto buscan desarrollar el cumulo de habilidades necesarias para que los individuos, miembros de una sociedad logren desarrollarse, no obstante, varios expertos alrededor del mundo señalan que los sistemas educativos actuales son anacrónicos (Gerver, 2010a,1; Robinson, 2017) y que simplemente son incapaces de responder a las demandas que plantea el nuevo contexto. No obstante también sostienen que tanto los nuevos retos como a las viejas deudas que enfrenta el sistema educativo se pueden enfrentar con el apoyo de la innovación educativa.
650 7 _2lemb
_aTecnología educativa
_vTesis y disertaciones académicas.
650 7 _2lemb
_aInnovaciones educativas
_vTesis y disertaciones académicas.
700 1 _aLópez Morteo, Gabriel Alejandro
_ddir.
710 2 _aUniversidad Autónoma de Baja California.
_bInstituto de Ingeniería
856 _zTesis digital
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942 _cTESIS
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